Los depósitos aportan importantes ventajas en la gestión eficiente de la cadena de suministro. Sin embargo, en la elaboración de su diseño final prevalecen la intuición, el juicio y la experiencia de cada diseñador.
Por: Andrés Botero
@boterin1
El término ‘almacén’ se utiliza cuando la función principal es la de almacenar o depositar materiales. Sin embargo, cuando la distribución de dichos materiales es su función principal, se emplea el término ‘centro de distribución’. En este último caso, es probable que la función de almacenamiento tenga menor importancia y los productos se reacondicionen y expidan sin necesidad de almacenar. En este artículo se empleará el término ‘almacén’ para hacer referencia tanto a almacenes como a centros de distribución.
El almacenaje de productos puede ser visto como un sobrecoste innecesario, por lo que filosofías de gestión como el Just in Time proponen su eliminación. Sin embargo, debido a los requerimientos de los clientes en plazo y gama, y a los incesantes cambios de tendencias en los mercados, los almacenes pueden aportar importantes ventajas en la gestión eficiente de la cadena de suministro. Entre estas figuran:
* Posibilitan economías de escala en el transporte de mercancías (grupaje de transporte o carga de contenedor entero).
* Posibilitan economías de escala en la producción (producción contra almacén según lotes económicos de producción).
* Permiten la compra especulativa (compra de materias primas en periodos de precios bajos).
* Soportan las políticas de nivel de servicio de las empresas.
* Amortiguan las condiciones cambiantes del mercado y su incertidumbre.
* Suministran un mix de productos a partir de un amplio portafolio de referencias.
* Proporcionan un punto de almacenamiento temporal para una posterior reexpedición.
En los almacenes también se realizan actividades que aportan mayor valor al cliente. Por ejemplo:
* Preparación de kits o montaje de materiales para órdenes de fabricación.
* Etiquetado de artículos y pedidos.
* Acondicionamiento de pedidos según embalaje personalizado.
* Ensamblaje de artículos y pedidos.
*Paletización de cajas.
Adicionalmente, los almacenes deben gestionar la recuperación de productos, materiales o embalajes, con el fin de redistribuirlos a otros clientes, reutilizarlos o reciclarlos.
En los últimos años, las exigencias de los clientes se han centrado en asuntos como la reducción de los tiempos de respuesta, ampliación de la gama de productos, aumento de la personalización, mayor complejidad de los pedidos debido a una reducción en la cantidad y el aumento en el número de líneas. Esta nueva coyuntura está llevando a las empresas a generar propuestas de valor que requieren nuevas configuraciones de cadenas de suministro multiescalón, donde los almacenes resultan vitales.
¿CÓMO DISEÑAR UN BUEN LAYOUT ?
Basado en su experiencia en diversos sectores, el especialista Juan Sebastián Arroyo expone los principales factores involucrados en este asunto:
Primero, hay que entender qué es un layout. Este consiste en la integración de las diferentes áreas funcionales (que conforman la solución de una instalación logística) en un edificio único. Abarca no solo el arreglo y composición de las secciones funcionales internas de dicho edificio (lo que se encuentra dentro de las cuatro paredes), sino también las demás áreas externas. Esto último también se conoce como diseño de masterplan.
Estos modos de aproximación difieren si el layout se diseñará a partir de un predio existente o no, si ya existe una nave, si las alturas de los espacios están restringidas, si ya están construidos los accesos al predio, si existen edificios que no pueden reubicarse… y una larga lista de condiciones.
Por eso, las principales áreas para considerar en el diseño son las zonas de recepción y expedición, almacenamiento, preparación de pedidos (picking), control e inspección de calidad, patios de maniobra y estacionamientos, entre otros. Sin embargo, para hacer un diseño de layout completo es necesario realizar un exhaustivo listado de estas y otras áreas que hacen la funcionalidad de la solución, como por ejemplo, área de mantenimiento, carga de baterías, sanitarios, vestidores, oficinas (de control, administrativas, vigilancia, casetas), armado de ofertas o maquilas y transferencias. Además, se deben incluir las dimensiones de cada una de las áreas (superficie y altura), procesos y horarios. También debe contarse con el equipamiento que se requerirá en cada caso:
1 Tipo de unidades de carga para manipular (pallets, tambos, cajas, bobinas, etc.)
2 Tipo de estantería y modulación (selectivo, doble profundidad, drive-in, push-back)
3 Tipo de vehículos (transpaletas, montacargas, reach-trucks)
4 Cantidad de personal
5 Condiciones ambientales
6 Nivel de iluminación
7 Servicios y suministros
8 Elementos de seguridad
9 Otros, según el destino
¿CÓMO DETERMINAR LOS COSTOS DEL PROYECTO?
El siguiente listado muestra los aspectos que deben analizarse en un estudio de viabilidad.
Inversiones por realizar:
* Costes del proyecto (diseño, implantación y gestión)
* Costes de suelo y edificación
* Inversión en elementos de almacenaje, de manutención y manipulación
*Inversión en sistemas de información y tecnologías de identificación
* Costes de puesta en marcha y/o traslado
* Variación en los gastos/ingresos debidos a costes de mano de obra asociados a la explotación del nuevo centro
Costes de operación:
* Agua, gas, luz, electricidad
* Comunicaciones
* Gastos de operación de los elementos de manutención y manipulación
* Gastos de mantenimiento de los elementos de manutención, manipulación y de los sistemas de
información
* Seguros
Costes de gestión:
* Coste de capital para la inversión realizada
* Amortizaciones
* Aumento en capacidad de respuesta
*Fiabilidad en los stocks
* Disminución de errores en el proceso.
METODOLOGÍA DE DISEÑO DE ALMACENES
En su memoria “Metodología de diseño de almacenes: fases, herramientas y mejores prácticas” (presentada en la Universidad de Navarra, en 2013), la doctora Claudia Chackelson presenta estos cuatro resultados que contribuyen, tanto al ámbito científico como a la práctica empresarial, al dimensionamiento de almacenes:
1. El desarrollo de un sistema experto denominado IRES que apoya el dimensionamiento del almacén y el diseño de las funciones logísticas de gestión de la demanda y planificación del stock, del servicio y del aprovisionamiento. Se ha llevado a cabo el desarrollo informático de la herramienta para conseguir la transferencia a las empresas de la contribución científica realizada.
-2. La propuesta de una herramienta para la selección de configuraciones de diseño que reorganiza, en un diagrama en forma de estrellas, los diferentes factores que se deben considerar en los procesos de flujo de material, como recepción, ubicación, almacenaje, preparación de pedidos y expedición.
3. La propuesta de una metodología de diseño de almacenes que, mediante cinco pasos (definir, medir, analizar, diseñar y verificar), clasifica al almacén según el nivel de complejidad de sus procesos, reduce el número de alternativas a considerar con base en los diseños de almacenes de referencia recopilados y guía al diseñador en la selección de una configuración adecuada con la complejidad medida y con el rendimiento objetivo.
4. La recopilación de diseños de almacenes de referencia, para guiar al diseñador a la hora de reducir el número de configuraciones adecuadas con la complejidad de los procesos de flujo de material y con el rendimiento objetivo. Para la representación gráfica de dichos diseños, se ha utilizado el diagrama de estrellas.
Fuente: Revista de Logística. Web: http://revistadelogistica.com/